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Las Puertas de Entrada a Madrid son uno de los grandes atractivos que tiene la ciudad, siendo estas puertas monumentales herencia de siglos pasados cuando se construyeron para conseguir embellecer las entradas de la ciudad. Hay que mencionar que en la antigüedad la ciudad de Madrid contaba con puertas reales por las cuales se accedía, y que actualmente se conservan.
Puerta de Alcalá
Se trata de la puerta de Madrid más conocida y se construyó en el año 1778, convirtiéndose en el primer arco del triunfo de Europa. Esta se encuentra en la calle Alcalá, cerca del Parque El Retiro y su nombre se debe a la ciudad de Alcalá de Henares, cuando fue construida junto al camino que conduce a esta ciudad.
Hay que señalar que este monumento es considerado una de las siete maravillas de Madrid, contando con características muy peculiares. Por ejemplo, las dos caras de la Puerta son distintas, un detalle que no muchas personas notan.
Puerta de Toledo
Esta se terminó de construir en 1827, y fue dedicada a Fernando VII y a la independencia española luego de la guerra contra la ocupación francesa. En un inicio era proyectada para celebrar la subida al trono de José Bonaparte, pero luego de su expulsión el proyecto fue retomado por el arquitecto Antonio López Aguado.
Hay que señalar que esta puerta es más pequeña que la de Alcalá y cuenta con tres huecos y sostiene tres grupos escultóricos que miran hacia el sur. Por encima del arco central se encuentra una escultura que representa el poder de la maquinaria española, al igual que el emblema de la ciudad y algunos trofeos militares.
Puerta de San Vicente
La Puerta de San Vicente se terminó de construir en 1775 por Francesco Sabatini, y ocupa un lugar privilegiado junto a Madrid Río, al lado de la entrada de la Casa de Campo y del intercambiador de Príncipe Pio, en la subida que lleva hacia la plaza de España. Para el año 1892 se desmontó debido a que molestaba el tráfico de vehículo por la desaparición de la cerca.
Debido a esto último lo que vemos es una reconstrucción realizada en 1995, aprovechando algunos de los materiales originales. De igual forma, se hizo uso de una fotografía tomada por Jean Laurent poco antes de su muerte. La puerta tiene tres huecos y su parte más adornada en contra de lo habitual, se encuentra en el interior de la ciudad.
Puerta de Hierro
Lo primero a destacar de esta puerta es su antigüedad, ya que se levantó en 1755, y su objetivo no era servir como una cerca de la ciudad, sino una tapada que delimita el coto de caza de El Prado, que era frecuentado por el Rey Fernando VI. Es precisamente por este motivo, que no se encuentra en el centro urbano sino a más de cinco kilómetros de la Puerta del Sol. Concretamente está en medio de un cruce de carreteras que dificulta su contemplación.
Hay que señalar que, por las necesidades del tráfico, la puerta se tuvo que desplazar desde su lugar al medio de una rotonda. Como último dato, el nombre de esta puerta se debe a la rejería de hierro que cubre sus huecos.
Arco de la Moncloa
Por último, tenemos el Arco de la Moncloa, también conocido como puerta de la Moncloa por similitud con las puertas de Alcalá y Toledo. Esta puerta se encuentra ubicada junto al intercambiador de Moncloa, y es un monumento conmemorativo de la victoria del bando sublevado sobre la República en la Guerra Civil Español. Además, también alude a la reconstrucción de la ciudad Universitaria.
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